El dinero en efectivo tiene los días contados
Un estudio de PwC muestra que las transacciones sin papel casi se triplicarán en 2030 con respecto a 2020, hasta alcanzar unos 3 billones al año. Para Antonio Freixo, CEO del Grupo Entre, Brasil está a la vanguardia de la digitalización de los medios de pago
Enviar un mensaje de texto para pagar un billete de autobús en Turquía, utilizar un código QR para comprar alimentos en China o acercar el móvil a un terminal de venta en Estados Unidos para completar un pago. Incluso antes de Covid-19, estas formas de pagar bienes y servicios evidenciaban una evolución constante hacia pagos digitales que podrían abolir prácticamente el efectivo en la sociedad, como demuestra un estudio de PwC y su rama de consultoría estratégica, Strategy&.
Según el estudio, se espera que los volúmenes mundiales de pagos realizados de esta forma casi se tripliquen para 2030 en comparación con 2020. Para finales de 2025, la consultora estima que crecerán en torno al 80%, con un aumento de las transacciones de alrededor de 1 billón a casi 1,9 billones al año. En Brasil, el escenario de los medios de pago sigue el ritmo de esta evolución, impulsado por la digitalización de la economía y la búsqueda de una mayor eficiencia en las transacciones financieras.
"El país está a la vanguardia de la inclusión financiera, con iniciativas regulatorias y tecnológicas prometedoras, que han llevado a un aumento significativo de la competencia entre los bancos tradicionales y las fintechs", afirma Antonio Carlos Freixo Junior, Mineiro, fundador y CEO de Grupo Entre, una sociedad de inversión cuya cartera incluye a EntrePay, un desarrollador de soluciones para que las empresas utilicen sus propias máquinas de tarjetas.
El ecosistema de Entre Group también incluye startups de plataformas de automatización comercial centradas en los segmentos de la alimentación y la belleza (Linked Gourmet e Linked Beauty), así como empresas que ofrecen servicios financieros como préstamos P2P -entre personas, sin intermediación de bancos- (WMoney), anticipos de crédito y titulización (Leads).
Alentadas por el Banco Central (BC), las fintech han empezado a ofrecer nuevas soluciones de pago y han obligado a los bancos tradicionales a avanzar en la misma dirección, con nuevas tecnologías, interoperabilidad, reducción de costes y competencia abierta.
Los pagos con códigos QR están ayudando a aprovechar las infraestructuras de pago instantáneo, proporcionando un acceso fácil y barato a los pagos digitales, ya sea a través de un dispositivo tradicional de punto de venta o de un dispositivo móvil para comerciantes y consumidores.
Pix, el modelo de pago instantáneo establecido por el Banco Central, es un éxito absoluto. Además, han surgido métodos de pago casi instantáneos que utilizan los raíles de las redes de tarjetas y son operados por competidores digitales.
Se espera que los nuevos modelos afecten a métodos de pago tradicionales como el TED, el boleto bancário, los cheques e incluso las tarjetas en los próximos cinco años, señala PwC. Dadas estas infraestructuras y la existencia de nuevos proveedores basados en la nube, los bancos ya están reevaluando sus modelos y soluciones financieras.
PwC también señala los nuevos marcos reguladores como uno de los dinamizadores de este proceso. Los modelos simplificados de licencias bancarias, como las Sociedades de Crédito Directo (SCD) y las Instituciones de Pago (IP), han traído nueva competencia al mercado. Además de la expansión de las fintechs, Brasil ha visto más recientemente una alta incursión de industrias tradicionales, como minoristas y empresas de telecomunicaciones, en la creación de empresas de servicios financieros.
Este entorno competitivo debería ser aún más disputado con la finalización y maduración de la Banca Abierta brasileña, que es bastante completa, especialmente si se compara con otros modelos internacionales.
La banca abierta es un conjunto de normas y tecnologías que permite a las entidades financieras compartir datos y servicios mediante la integración de sus sistemas. Fomenta la descentralización y elimina las fronteras tradicionales entre bancos y fintechs, permitiendo a los clientes ser propietarios de sus datos financieros y elegir con qué empresas quieren compartirlos.
Los bancos estatales, por su parte, han lanzado billeteras digitales para pagar a la población subsidios sociales y relacionados con la pandemia Covid-19, además de promover descuentos para sus clientes. Esto está contribuyendo a ampliar la adopción de los pagos digitales, especialmente entre personas sin experiencia bancaria.
Foto de Daniel Dan
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